Se trata de una revindincación histórica de la asociación de vecinos, aprobada en sucesivos plenos de la Junta de Hortaleza desde hace cinco años, pero para la que los usuarios empezaron a pedir soluciones allá por 2012. Aunque la obra civil en la calzada se inició en abril de 2017, desde la junta señalaban que problemas con las compañías eléctricas para dar suministro habían impedido poner en servicio el semáforo.
La avenida que conecta Las Cárcavas y Valdebebas se concibió con una mediana continua que obligaba a dar una vuelta de más de tres kilómetros para hacer un cambio de sentido: muchos conductores optaron por hacerlo atravesando los pasos de peatones, lo que generaba inseguridad. La apertura de la mediana para permitir el giro regulado con semáforo se había convertido en reivindicación vecinal recurrente.